Recientemente conocí sobre el proyecto Mitocondria que «consta de una exposición, física y virtual, con 31 artistas, teóricxs y científicxs, para abordar su linaje materno a partir del ADN mitocondrial como detonador», el cual se presentó en el Centro Nacional de las Artes de la Ciudad de México. Mi visita a la exposición me llevó a reflexionar profundamente sobre mi propio linaje materno y despertó en mí un interés por investigar más al respecto. Además, me llevó a hacer una analogía y a pensar en quiénes han sido las mujeres que han influido en mi carrera profesional.
Antes de hablar de estas mujeres, es importante explicar brevemente qué es el ADN y, específicamente, qué es el ADN mitocondrial, ya que este material genético es crucial para comprender por qué permite conocer el linaje materno exclusivamente, es decir, quiénes nos precedieron a través de la línea femenina. En términos simples, el ADN, o ácido desoxirribonucleico, es una molécula que contiene toda la información genética necesaria para el desarrollo, funcionamiento y reproducción de los seres vivos, y se transmite de generación en generación. Mientras que el ADN nuclear se hereda de ambos progenitores, el ADN mitocondrial solo se hereda de la madre. Este último se utiliza en estudios científicos para rastrear la línea materna de una persona y comprender su historia genética y evolutiva. Si desean obtener más información al respecto, especialmente sobre por qué el ADN mitocondrial solo se transmite de mujer a mujer, les invito a visitar la mediateca del proyecto Mitocondria.
Siguiendo esta línea de pensamiento y en una especie de analogía, quiero destacar a mujeres clave que han ejercido una influencia significativa en mi desarrollo profesional en el ámbito de los museos. Esta reflexión es sobre un linaje, por ello no menciono a queridas amigas y colegas contemporáneas, sino más bien dedico estas líneas hacia aquellas mujeres de generaciones anteriores, con quienes he tenido el placer de compartir espacios y de aprender sin límites. Va mi agradecimiento como un homenaje en el Día Internacional de las Mujeres. Las menciones están ordenadas temporalmente desde mis primeros años formativos en la licenciatura hasta el camino de mis estudios de doctorado.
Beatriz Barba
Pionera en el trabajo de los museos en México. Con ella tomé mis primeras clases de museología y realicé un viaje de estudio a los museos de Nueva York con un grupo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH, México) en 1996. Sin yo saberlo ese viaje fue el punto de arranque de una carrera que me transformó de arqueóloga a museóloga.
Ana Hortensia Castro
Mi maestra de estudios de público. La conocí cuando cursé el Diplomado de Museología de la Pinacoteca Virreinal de San Diego (INBA) en 1999. Después fue mi maestra en la Maestría en Museología y fue quien me invitó a trabajar en lo que se convertiría en el Museo Interactivo de Economía (MIDE). Siempre llena de energía, empática, perfeccionista y gran mentora.
Silvia Singer
Directora del MIDE, gran líder y gran maestra. Fomentó en todo el equipo del museo la capacidad de crecimiento y de formación continua. Gracias a esta postura, y al apoyo del museo, pude asistir a varias conferencias de la Visitor Studies Association (VSA). También fue quien me abrió las puertas a la escena internacional a través del ICOM, en particular de la Conferencia Internacional del Comité de Educación y Acción Cultural (CECA) en la Ciudad de Oaxaca en 2003 y después en la Conferencia General del ICOM en Viena, 2007.
Kathy McLean
El perfil de su página web menciona que es diseñadora y desarrolladora de exposiciones, pero, quienes la conocen, saben que esta descripción se queda corta. Kathy es una «bomba» de creatividad, inspiración y alegría. Precisamente nos conocimos en CECA Oaxaca, después, nos encontramos en tantos espacios más, entre risas, abrazos, baile, intereses comunes y muchas buenas preguntas.
Miriam Kaiser
Miriam llegó a mi vida cuando trabajaba en la Coordinación Nacional de Museos del INAH, en la Subdirección de Exposiciones Internacionales allá por los inicios de 2009. Ante una serie de cambios de autoridades, Miriam llegó como directora de exposiciones. Como sucede con estos casos en la oficina estábamos expectantes y nerviosos ¿cómo sería la nueva jefa? Lo que pasó fue increíble, Miriam es muy sensible, amable, arma equipo, respeta el trabajo, es sabia, maternal. Aprendí con ella muchísimo sobre las exposiciones, el arte, la cultura, las relaciones humanas, recetas de cocina, dichos y refranes, nos hicimos amigas, nos apreciamos, nos acompañamos.
Beverly Serrell
Con una amplísima experiencia en el diseño, planeación y evaluación de exposiciones se ha enfocado en abogar por los públicos y por una comunicación sencilla y clara con ellos mediante experiencias bien diseñadas con una idea central y mediante textos cortos, relevantes y bien escritos (Vean por ejemplo su libro The Big Idea). Kathy me presentó a Beverly porque son colegas y amigas del alma. Ambas geniales y generosas. Nunca olvidaré que Beverly planeaba ¡prender fuegos artificiales dentro de un museo! (era algo pequeño y controlado, no se espanten) pero no fue posible, así que terminamos haciéndolo en un camellón en la calle, que, por cierto también estaba prohibido. Es disruptiva, o sí.
Ana Rosas Mantecón
Especialista en estudios de público de cine, del patrimonio y de museos, una antropóloga mexicana de talla internacional. Una persona cálida y la mejor mentora. Quizá ella lo recuerda -o no-, pero fue Ana Hortensia Castro quien me recomendó que le escribiera para indagar si podría dirigirme una tesis en el doctorado en Ciencias Antropológicas de la UAM-Iztapalapa o para que me orientara sobre el programa. Sin conocerme, amablemente me recibió en su casa, me escuchó y me alentó a inscribirme. Fue la directora de mi tesis, la más paciente, generosa, rigurosa y muy buena guía. Muchas personas me pintaron escenas desastrosas de cursar un doctorado y de las relaciones con las o los directores. Mi experiencia fue tan ajena y opuesta a eso.
Graciela Schmilchuk
Un pilar de los museos en México y de los estudios de públicos, un ser crítico y maravilloso. Por supuesto sabía de ella, por supuesto la leí, pero tuvimos ocasión de conocernos por la invitación que le hice a impartir un curso en la ENCRyM y por un debate suscitado en un encuentro en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC). Nuestra querida Belén Zuazúa planteó que no existían espacios para enterarse y formarse en estudios de públicos para las generaciones jóvenes. En efecto, los espacios son mínimos. Ante tal provocación Graciela le tomó la palabra y con un entusiasmo mutuo fundamos el Foro Estudios de Públicos.
Eloísa Pérez Santos
Otra figura imprescindible en los estudios de públicos, española, «majísima» como dirían en su tierra. También la conocía, la leí en la maestría, pero nunca imaginé que compartiría con ella la impartición de talleres, artículos conjuntos, clases y hasta viajes. Nos conocimos porque el Programa Ibermuseos nos invitó a ambas a dar un taller sobre estudios de públicos para profesionales de la región iberoamericana. Tuve un poco de temor, lo confieso pues no la conocía, pero ella se mostró amable y compañera desde nuestro primer encuentro. Una mujer fenomenal que es, ante todo sencilla, compartida, sensible y divertida.
Gracias por todo queridas. Ocupan un lugar muy importante en mi vida y en mi corazón.