Mi ADN mitocondrial… en lo profesional

Imagen tomada de https://mitocondria.org/

Recientemente conocí sobre el proyecto Mitocondria que «consta de una exposición, física y virtual, con 31 artistas, teóricxs y científicxs, para abordar su linaje materno a partir del ADN mitocondrial como detonador», el cual se presentó en el Centro Nacional de las Artes de la Ciudad de México. Mi visita a la exposición me llevó a reflexionar profundamente sobre mi propio linaje materno y despertó en mí un interés por investigar más al respecto. Además, me llevó a hacer una analogía y a pensar en quiénes han sido las mujeres que han influido en mi carrera profesional.

Antes de hablar de estas mujeres, es importante explicar brevemente qué es el ADN y, específicamente, qué es el ADN mitocondrial, ya que este material genético es crucial para comprender por qué permite conocer el linaje materno exclusivamente, es decir, quiénes nos precedieron a través de la línea femenina. En términos simples, el ADN, o ácido desoxirribonucleico, es una molécula que contiene toda la información genética necesaria para el desarrollo, funcionamiento y reproducción de los seres vivos, y se transmite de generación en generación. Mientras que el ADN nuclear se hereda de ambos progenitores, el ADN mitocondrial solo se hereda de la madre. Este último se utiliza en estudios científicos para rastrear la línea materna de una persona y comprender su historia genética y evolutiva. Si desean obtener más información al respecto, especialmente sobre por qué el ADN mitocondrial solo se transmite de mujer a mujer, les invito a visitar la mediateca del proyecto Mitocondria.

Siguiendo esta línea de pensamiento y en una especie de analogía, quiero destacar a mujeres clave que han ejercido una influencia significativa en mi desarrollo profesional en el ámbito de los museos. Esta reflexión es sobre un linaje, por ello no menciono a queridas amigas y colegas contemporáneas, sino más bien dedico estas líneas hacia aquellas mujeres de generaciones anteriores, con quienes he tenido el placer de compartir espacios y de aprender sin límites. Va mi agradecimiento como un homenaje en el Día Internacional de las Mujeres. Las menciones están ordenadas temporalmente desde mis primeros años formativos en la licenciatura hasta el camino de mis estudios de doctorado.

Beatriz Barba

Pionera en el trabajo de los museos en México. Con ella tomé mis primeras clases de museología y realicé un viaje de estudio a los museos de Nueva York con un grupo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH, México) en 1996. Sin yo saberlo ese viaje fue el punto de arranque de una carrera que me transformó de arqueóloga a museóloga.

Ana Hortensia Castro

Mi maestra de estudios de público. La conocí cuando cursé el Diplomado de Museología de la Pinacoteca Virreinal de San Diego (INBA) en 1999. Después fue mi maestra en la Maestría en Museología y fue quien me invitó a trabajar en lo que se convertiría en el Museo Interactivo de Economía (MIDE). Siempre llena de energía, empática, perfeccionista y gran mentora.

Silvia Singer

Directora del MIDE, gran líder y gran maestra. Fomentó en todo el equipo del museo la capacidad de crecimiento y de formación continua. Gracias a esta postura, y al apoyo del museo, pude asistir a varias conferencias de la Visitor Studies Association (VSA). También fue quien me abrió las puertas a la escena internacional a través del ICOM, en particular de la Conferencia Internacional del Comité de Educación y Acción Cultural (CECA) en la Ciudad de Oaxaca en 2003 y después en la Conferencia General del ICOM en Viena, 2007.

Kathy McLean

El perfil de su página web menciona que es diseñadora y desarrolladora de exposiciones, pero, quienes la conocen, saben que esta descripción se queda corta. Kathy es una «bomba» de creatividad, inspiración y alegría. Precisamente nos conocimos en CECA Oaxaca, después, nos encontramos en tantos espacios más, entre risas, abrazos, baile, intereses comunes y muchas buenas preguntas.

Miriam Kaiser

Miriam llegó a mi vida cuando trabajaba en la Coordinación Nacional de Museos del INAH, en la Subdirección de Exposiciones Internacionales allá por los inicios de 2009. Ante una serie de cambios de autoridades, Miriam llegó como directora de exposiciones. Como sucede con estos casos en la oficina estábamos expectantes y nerviosos ¿cómo sería la nueva jefa? Lo que pasó fue increíble, Miriam es muy sensible, amable, arma equipo, respeta el trabajo, es sabia, maternal. Aprendí con ella muchísimo sobre las exposiciones, el arte, la cultura, las relaciones humanas, recetas de cocina, dichos y refranes, nos hicimos amigas, nos apreciamos, nos acompañamos.

Beverly Serrell

Con una amplísima experiencia en el diseño, planeación y evaluación de exposiciones se ha enfocado en abogar por los públicos y por una comunicación sencilla y clara con ellos mediante experiencias bien diseñadas con una idea central y mediante textos cortos, relevantes y bien escritos (Vean por ejemplo su libro The Big Idea). Kathy me presentó a Beverly porque son colegas y amigas del alma. Ambas geniales y generosas. Nunca olvidaré que Beverly planeaba ¡prender fuegos artificiales dentro de un museo! (era algo pequeño y controlado, no se espanten) pero no fue posible, así que terminamos haciéndolo en un camellón en la calle, que, por cierto también estaba prohibido. Es disruptiva, o sí.

Ana Rosas Mantecón

Especialista en estudios de público de cine, del patrimonio y de museos, una antropóloga mexicana de talla internacional. Una persona cálida y la mejor mentora. Quizá ella lo recuerda -o no-, pero fue Ana Hortensia Castro quien me recomendó que le escribiera para indagar si podría dirigirme una tesis en el doctorado en Ciencias Antropológicas de la UAM-Iztapalapa o para que me orientara sobre el programa. Sin conocerme, amablemente me recibió en su casa, me escuchó y me alentó a inscribirme. Fue la directora de mi tesis, la más paciente, generosa, rigurosa y muy buena guía. Muchas personas me pintaron escenas desastrosas de cursar un doctorado y de las relaciones con las o los directores. Mi experiencia fue tan ajena y opuesta a eso.

Graciela Schmilchuk

Un pilar de los museos en México y de los estudios de públicos, un ser crítico y maravilloso. Por supuesto sabía de ella, por supuesto la leí, pero tuvimos ocasión de conocernos por la invitación que le hice a impartir un curso en la ENCRyM y por un debate suscitado en un encuentro en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC). Nuestra querida Belén Zuazúa planteó que no existían espacios para enterarse y formarse en estudios de públicos para las generaciones jóvenes. En efecto, los espacios son mínimos. Ante tal provocación Graciela le tomó la palabra y con un entusiasmo mutuo fundamos el Foro Estudios de Públicos.

Eloísa Pérez Santos

Otra figura imprescindible en los estudios de públicos, española, «majísima» como dirían en su tierra. También la conocía, la leí en la maestría, pero nunca imaginé que compartiría con ella la impartición de talleres, artículos conjuntos, clases y hasta viajes. Nos conocimos porque el Programa Ibermuseos nos invitó a ambas a dar un taller sobre estudios de públicos para profesionales de la región iberoamericana. Tuve un poco de temor, lo confieso pues no la conocía, pero ella se mostró amable y compañera desde nuestro primer encuentro. Una mujer fenomenal que es, ante todo sencilla, compartida, sensible y divertida.

Gracias por todo queridas. Ocupan un lugar muy importante en mi vida y en mi corazón.

Publicaciones (libros) sobre museos en México

En una entrada anterior ofrecí una compilación de libros que abordan el tema de los museos en México. El orden era alfabético y la he ido actualizando a medida que pasa el tiempo.

Recientemente volví a circular esta lista en redes sociales y consulté qué sería de mayor utilidad: ¿un orden alfabético o cronológico? Más personas se inclinaron por el segundo. Con el fin de no desandar el camino, mantengo la lista original en orden alfabético y les ofrezco por aquí la versión en orden cronológico. Esta será la que iré actualizando, la otra queda como testimonio. Si se me escapa algo, no duden en escribirme con los datos y la agregaré.

2010-2023

2023

Pérez Castellanos, L. (2023). El museo sale a la calle. Un experimento pionero de participación cultural. UAM, Ediciones del Lirio.

2022

Guerrero Crespo Claudia, María Hernández Ramírez, Ignacio Rodríguez García, y Octavio Martínez Acuña. El Museo Nacional de 1825 a 1876. Organigrama Histórico. Secretaria de Cultura-INAH. México.

Pérez Castellanos, L. (Ed.). (2022). Diálogos sobre públicos y museos en Latinoamérica. Estudios sobre públicos y museos Volumen IV. Publicaciones digitales ENCRyM – INAH. http://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/libro%3A861

2021

Achim. Miruna. (2021) Ídolos y antigüedades. La formación del Museo Nacional de México. Colofón B. México.

Fernández, Miguel Ángel (2021). Medio siglo. Córdova Plaza, Madrid, España.

2020

Davidson, Lee y Leticia Pérez Castellanos. (2020) Embajadoras cosmopolitas. Exposiciones internacionales, diplomacia cultural y el museo policentral. Vernon Press  https://vernonpress.com/book/971

2019

Alexander, Jane (et. al.). (2019). Museo digital. Futuros y posibilidades – Digital museum. Futures and possibilities. MUAC, Museo Universitario Arte Contemporaneo, UNAM.

Amieva Montanez, Mónica (et. al.). (2019). Museología crítica: temas selectos. Reflexiones desde la Cátedra William Bullock – Critical museology: selected themes. Reflections from the William Bullock lecture series. Ciudad de Mexico. British Council Mexico; Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura; MUAC, Museo Universitario Arte Contemporaneo, UNAM.

Jurado Prieto A. (2019) La gestión educativa en el museo. México: el autor. Disponible aquí.

2018

Espejel Pérez, Edgar; Patricia Torres Aguilar Ugarte e Itzel Santana Toriz (Coords.) (2018). Donde el corazón late más fuerte. Educadorxs de museos en México I. México: Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Museo Franz Mayer y NodoCultura. Coordinadora de la versión digital: Nayeli Zepeda. Disponible aquí

Mosco Jaimes Alejandra (2018). Curaduría interpretativa, un modelo para la planeación y desarrollo de exposiciones. México: Publicaciones digitales ENCRyM-INAH. Disponible aquí

Pérez Castellanos, L. (Ed.). (2018). Referentes y experiencias de aplicación desde el campo. Estudios sobre públicos y museos Vol. III. Publicaciones digitales ENCRyM – INAH. https://revistas.inah.gob.mx/index.php/digitales/issue/view/945

2017

Pérez Castellanos, L. (Ed.). (2017). Apuntes para pasar de la teoría a la práctica. Estudios sobre públicos y museos Volumen II. México, D.F.: Publicaciones digitales ENCRyM-INAH. Disponible aquí

2016

Cruz Porchini, D., Garay Molina, C., Velázquez Torres, M., Universidad Nacional Autónoma de México, & Fundación BBVA Bancomer (Eds.). (2016). Recuperación de la memoria histórica de exposiciones de arte mexicano (1930-1950) (Primera edición). Coyoacán, México D.F.: Universidad Nacional Autónoma de México.

Pérez Castellanos, L. (Ed.). (2016). Públicos y museos ¿Qué hemos aprendido? Estudios sobre públicos y museos Volumen I. México, D.F.: Publicaciones digitales ENCRyM-INAH. Disponible aquí

Torres, P., Zepeda, N., Ekdesman, D. Menú para visitar museos de una forma emotiva, única, creativa y participativa. México, NodoCultura. Recuperado de: http://nodocultura.com/wp-content/uploads/2016/06/menu_para_visitar_museos.pdf

2015

García Hernández, C., y Espinosa Meneses, M. (2015). Contextos educativos no-formales: el museo y la apropiación del conocimiento científico. Ciudad de México: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa.

González Cirimele, L. (2015). Miradas a la museología de Oaxaca: análisis semiótico-discursivo de dos museos comunitarios. México: CONACULTA -INAH – ENAH.

Morales Moreno, L. G. (Ed.). (2015). Tendencias de la museología en América Latina. Articulaciones, horizontes, diseminaciones. México, D.F.: Publicaciones Digitales Encrym-INAH. Disponible aquí 

Rico Mansard, L. F. F. (2015). Aportaciones a la museología y la educación en México. Mexico D.F.: Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM.

2014

Molina, C. A., Paredes Pacheco, J. L., Caro Cocotle, B. J., Museo Universitario del Chopo. (2014). Érase una vez un museo: apuntes históricos para el edificio y Museo Universitario del Chopo.

Rico, J. C. (Ed.). (2014). Una experiencia piloto. La percepción espacial en los museos. México, D.F.: Publicaciones Digitales Encrym-INAH. Disponible aquí

Rico Mansard, L. F. F. (Ed.). (2014). Nuevas aportaciones a la museología mexicana (Primera edición). México, D.F: Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM.

Saborit, A., y Zarebska, C. (Eds.). (2014). Museo Nacional De Antropologia: 50 Aniversario 1825 – 1964. Mexico: CONACULTA, Dirección General de Publicaciones. [Aportación de Cintia Veláquez Marroni]

2013

Marcín, M. (2013). Las ideas de Gamboa (y Chávez) (y Vasconcelos) (y Reyes) (yPaz). México, D.F: Fundación Jumex. Arte Contemporáneo.

Zavala, L. (2013). Antimanual del museólogo. Hacia una museología de la vida cotidiana. México, D.F: CONACULTA : INAH.

2012

López Ruiz, F., Ortega González, C. del P., y Cordero, K. (Eds.). (2012). Museos y educación (Primera edición). México, DF: Universidad Iberoamericana, Ciudad de México.

2011

Rico Mansard, L. F. F. (Ed.). (2011). Aportaciones a la museología mexicana. México, D.F.: Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM.

2010

Arciniega Avila, H. A., Kraselsky Masmela, R., Museo de San Carlos, Instituto Nacional de Bellas Artes (Mexico). (2010). México en los pabellones y las exposiciones internacionales, 1889-1929. México, D.F.: Museo Nacional de San Carlos : Instituto Nacional de Bellas Artes : CONACULTA.

Ruz, M. H., y Sellen, A. T. (Eds.). (2010). Las vitrinas de la memoria, los entresijos del olvido: coleccionismo e invención de memoria cultural (1. ed). Mérida, Yucatán: Centro Peninsular de Humanidades y Ciencias Sociales, Univ. Nacional Autónoma de México.

Rio Cañedo, L. del. (2010). Las vitrinas de la nación : los museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia : contexto, desarrollo y gestión : 1939-2006. México, D.F.: Instituto Nacional de Antropología e Historia.

2000-2009

2009

Garduño, A. (2009). El poder del coleccionismo: Alvar Carrillo Gil (1. ed). México, D.F: Universidad Nacional Autónoma de México. [Aportación de Cintia Veláquez Marroni]

2007

Schmilchuk, G. (2007). Arte de México en Alemania. Un estudio de recepción. México, D.F.: Cenidiap, INBA, FONCA, CONACULTA. Disponible aquí

2005

Berndt León Mariscal, B. (2005). La investigación y la profesión del investigador en un museo de arte mexicano: algunas consideraciones (1. ed). México, D.F: Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Mackenzie, B. E. (2005). Los museos de cara al siglo XXI: Seminario de administración de museos. Memorias. Mexico: British Council – CONACULTA -INAH -INBA -Universidad Iberoamericana.

Vázquez Olvera, C. (2005). Alfonso Soto Soria. Museógrafo mexicano. México, D.F.: CONACULTA; Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Vázquez Olvera, C., y Larrauri, I. (2005). Iker Larrauri Prado: museógrafo mexicano. México: Instituto Nacional de Antropología e Historia.

2004

Rico Mansard, L. F. F. (2004). Exhibir para educar : objetos, colecciones y museos de la ciudad de México (1790-1910). Barcelona; [Mexico, D.F.]: Ediciones Pomares ; Conaculta.

Vázquez Olvera, C. V., y Lacouture, F. (2004). Felipe Lacouture Fornelli: museólogo mexicano. México: Instituto Nacional de Antropología e Historia.

2003

Zárate Miguel, G. (2003). Los espacios de la memoria: historia del Museo Regional de Querétaro (1. ed). México, D.F: Instituto Nacional de Antropología e Historia.

2002

Vallejo, M. E., Torres, P., y Rodríguez, M. M. (2002). Educación y museos: Experiencias recientes : antología. México, D.F: Instituto Nacional de Antropología e Historia.

2001

Martínez García, O., Portillo Ortiz, G., López Monroy, M. (2001). La comunicación visual en Museos y exposiciones. México, D.F.: Universidad Nacional Autónoma de México, Escuela Nacional de Artes Plásticas.

Moreno Guzmán, M. O. (2001). Encanto y desencanto: el público ante las reproducciones en los museos : tres casos del Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México. México, D.F.: INAH.

Witker, R. (2001). Los museos (1. ed). México, D.F: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

2000

Rico Mansard, L. F., y Sanchez Mora, J. L. (2000). ICOM Mexico : semblanza retrospectiva. Mexico: Conaculta-Fonca.

1990-1999

1999

Pérez-Ruiz, M. L. (1999). El sentido de las cosas: la cultura popular en los museos contemporáneos. México, D.F.: Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Rosas Mantecón, A. R., y Schmilchuk, G. (1999). Exponer comunicando. Evaluación de dispositivos de interpretación El cuerpo aludido (Museo Nacional de Arte, 1999). Cenidiap. Disponible aquí [Aportación de Graciela Schmilchuk]

1998

Flores Valdés, J., Alvarez del Castillo, M. del C., Amoore Feith, M., y Becerra Bertram, J. (Eds.). (1998). Cómo hacer un museo de ciencias (1. ed). México, D.F: UNAM, Fondo de Cultura Económica.

1997

Vázquez Olvera, C. (1997). El Museo Nacional de Historia en voz de sus directores. Instituto Nacional de Antropología e Historia.

1995

Dujovne, M. (1995). Entre musas y musarañas: una visita al museo (1. ed). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

1994

Morales Moreno, L. G. (1994). Orígenes de la museología mexicana : fuentes para el estudio histórico del Museo Nacional, 1780-1940. México, D.F.: Universidad Iberoamericana, Departamento de Historia.

1992

Universidad Iberoamericana (Ed.). (1992). De museos. Ciudad de México: Universidad Iberoamericana, Departamento de Arte.

1991

Gaitán, C. (1991). Fernando Gamboa, embajador del arte mexicano. San Angel, México, D.F.: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

1987-1990

1988

Fernández, M. A. (1988). Historia de los museos de México. México: Promotora de Comercialización Directa.

1987

Cimet, E. (1987). El público como propuesta: cuatro estudios sociológicos en museos de arte. INBA, Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas, Dirección de Investigación y Documentación de las Artes.

Schmilchuk, G(1987) Museos, comunicación y educación: antología comentada. (1. ed). México: INBA, Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas. Disponible en: http://cenidiap.net/biblioteca/libros/Museos5.pdf [Aportación de Graciela Schmilchuk].

Revista Museum International, una feliz coincidencia

En 1975 la revista Museum International publicó el artículo «The Casa del Museo, Mexico City: an experiment in bringing the museum to the people», escrito por Coral Ordoñez, coordinadora en campo de este proyecto de acción cultural extramuros pionero. Fue la primera vez que se difundían los avances de la empresa realizada desde el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México para llevar sus acciones más allá de sus muros a colonias de la entonces periferia de la ciudad.

Ahora, en los albores de 2024, mi artículo «La Casa Del Museo: A Museum Outreach Project at the Outset of Decolonial Criticism» fue publicado por la misma revista, editada por el Consejo Internacional de Museos (ICOM). Se trata de un esfuerzo, como lo fue hace casi cincuenta años, por dar a conocer a personas no hispanohablantes las ideas y prácticas que se llevaron a cabo entre 1972 y 1980 para incentivar la participación cultural en un sentido amplio y construir los primeros espacios de encuentro y colaboración entre los museos y la sociedad en el contexto mexicano.

Aquí pueden encontrar el artículo de Coral y el mío en inglés, así como una versión en español, ya que el ICOM ha comenzado un esfuerzo por difundir los textos de su revista en el idioma original en el que fueron escritos cuando éste es distinto al inglés.

La aventura continua

La exposición «Transformar los museos. A 50 años de la aventura de Santiago» se encuentra en exhibición en el Museo de Antropología e Historia (MAHEM) del Estado de México hasta el 31 de julio.

Por iniciativa de Eduardo Escalante, director de este museo, la exposición de la que soy curadora extiende su aventura a las tierras mexiquenses, luego de concluir su periodo de exhibición en la Biblioteca del Museo Nacional de Antropología. Brevemente les comparto algunas reflexiones de esta nueva etapa.

Sede: Biblioteca de Antropología e Historia

Estoy agradecida con Eduardo, con quien he compartido muchos intereses e ideas sobre los museos, su relevancia social y la participación del público. Muy entusiasmado se acercó a mí en la inauguración de la exposición para plantearme la idea. Su propuesta no quedó en el aire, la exhibición en este museo ubicado en el Centro Cultural Mexiquense, en la ciudad de Toluca, se concretó en el marco del Día Internacional de los Museos de este año.

Cuando estructuré los temas de la exposición: Antesala, Aventura, Andanzas y Sobremesa, me interesó conectar el pasado con el presente y traer el debate de la Mesa Redonda de Santiago de Chile (realizada en mayo de 1972) a la actualidad. Para ello, imaginé que si la exposición se presentara en otra sede, esta última sección podría ser adaptada al contexto local, estableciendo un diálogo precisamente de sobremesa. Eduardo leyó muy bien esta oportunidad. No sólo editó y adaptó uno de los paneles finales, sino que entretejió la historia de los museos en el Estado de México con otros temas de la exposición, agregando colecciones propias.

Los museos del Estado de México en los años setenta. Foto de: Comunicación Social de la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México.

Cuando la exposición se presentó en el marco del X Encuentro Iberoamericano de Museos en septiembre de 2022 y del evento de Mondiacult ambos en la Ciudad de México, también imaginamos -junto con Alejandra Ruano y Cecilia Llampallas- que colocar una mesa como elemento metafórico y estrategia museográfica, abría la posibilidad de tener nuevos debates entre profesionales de museos en torno a la importancia social de los museos. En su momento esto no fue posible, pero ahora, en el MAHEM se plantea realizar la mesa “Encuentro de análisis y reflexión de la Red Estatal de Museos” próximamente.

Visitantes interactuando con la mesa, una metáfora museográfica. Foto de: Comunicación Social de la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México.

No puedo sino congratularme de esta iniciativa. Primero, porque fue una de las ideas que tuvimos cuando imaginamos la exposición. Segundo, porque tuve la fortuna de colaborar con esta red estatal en una actividad de formación sobre estudios de públicos para los directores de estos recintos. En la inauguración fue un gusto saludar a colegas que conocí en la pantalla de la sesiones virtuales a distancia y reiterar que se trata de un grupo entusiasta y comprometido que seguramente generará muchas propuestas a partir de este encuentro de análisis y reflexión.

Visiten la exposición.

Museo de Antropología e Historia del Estado de México.

Martes a sábado de 10:00 a 18:00 hrs., domingo de 10:00 a 15:00 hrs.

Blvd. Jesús Reyes Heroles 302
Delegación San Buenaventura
CP 50110
San Buenaventura, Toluca, Estado de México

Ni señorita, ni muchachita…

En la marcha por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer una de tantas pancartas llama la atención: Soy doctora, no señorita, no muchachita.

Como sabemos la desigualdad de género también se expresa en el lenguaje, no solo en los artículos y el género de las palabras -lo que ha llevado a arduas discusiones sobre los cambios y reemplazos de vocales; por ejemplo, para referirnos a un colectivo de personas de géneros diversos: lxs, l@s, les, etcétera-, sino en su uso general y sus implicaciones para menoscabar los derechos de las mujeres a un trato igualitario.

Mientras un hombre es médico o doctor, sin importar su edad una vez que ya obtuvo el título, a las profesionales jóvenes de este campo se les nombra «señoritas» o «muchachas» o «niñas». Mientras a un hombre en un consultorio médico le dicen señor, en la antesala de no pocas clínicas públicas, todas somos «madrecitas» o «damitas». Mientras que a la mayoría de las cosas interesantes, innovadoras o «chidas» se les dice «están padres», a lo negativo se le suele decir «está de la madre». Y así.

En mi caso, alguna vez me pusieron en una tarjeta de presentación de un nuevo cargo: coordinador de evaluación. Yo las repartía con gran emoción y orgullo, sin percatarme de la invisibilidad de la que fui objeto al asumirme yo misma bajo el lenguaje masculino genérico que, para el caso del puesto en cuestión, sí contaba con una alternativa en femenino sin agitar las conciencias de la RAE.

En fin, ejemplos sobran, propios y ajenos. En particular quiero compartirles el poco o nulo reconocimiento a las mujeres participantes del innovador proyecto museológico «La Casa del Museo», realizado en la Ciudad de México entre 1972-1980. Ellas fueron pieza clave en su diseño y puesta en marcha: Coral Ordoñez, Lilia González, Karin Wriedt, Miriam Arroyo, Catalina Denman, Cristina Antúnez.

Como escribí un artículo al respecto: «La Casa del Museo (1972-1980): una comunidad de práctica en clave femenina» se los dejo aquí y les comparto el resumen:

«La Casa del Museo fue un proyecto experimental museológico desarrollado por el Museo Nacional de Antropología (MNA) durante los setenta, para llevar parte de sus exposiciones y actividades a colonias de la entonces periferia de la Ciudad de México. El “núcleo duro” de su historia ha dado protagonismo a su creador, el museógrafo mexicano Mario Vázquez Ruvalcaba a la vez sobresalen importantes figuras masculinas que asesoraron el proyecto, “los ideólogos”; sin embargo, una amplia investigación conducida mediante el método de la etnografía multilocal que incluyó un enfoque biográfico, pone en evidencia el papel central que tuvieron las profesionistas mujeres involucradas en este proyecto, quienes también lo dotaron de contenidos y sentidos durante sus ocho años de operación. En este artículo se expone en qué consistió el proyecto, la problematización de una historia sesgada basada en pocas fuentes, el método utilizado en la investigación, así como sus resultados. Estos develan un proyecto que conformó una comunidad de práctica principalmente en clave femenina, configurando las identidades de quienes le dieron forma a través de su participación.»

«Cada quien con su Toledo». Entrevista con Ana Carolina Abad

Ana Carolina es coordinadora de proyectos expositivos y editoriales y curadora del Museo Nacional de la Estampa del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura en México. En sus tiempos libres, pimpea textos ajenos y lee novelas posmodernas, investiga sobre la historia de la alimentación y, cuando puede, cocina. Fue investigadora en la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia; colaboradora periódica en la sección Historia de la gastronomía de la revista Soy Chef, y asistente editorial en La Caja de Cerillos Ediciones. La encuentras en twitter como @anitatormentas


En 2020 curaste la exposición «La célula gráfica. Artistas revolucionarios en México, 1919-1968» y nos concediste una entrevista para El Diván. De ese momento a la fecha, ¿cómo valoras tu trayecto como curadora?

Todavía me considero una curadora novata. “La célula gráfica” fue mi primera oportunidad curatorial y, vista a la distancia me parece que pude haber hecho las cosas mejor. En el periodo que pasó entre esa primera exposición y “Cada quien con su Toledo” ‒a pesar de la pandemia‒ tuve, digamos, un “entrenamiento curatorial intensivo”, que me permitió abordar el trabajo con más herramientas y experiencia.

En 2020, en el Museo Nacional de la Estampa, decidimos realizar pequeñas exposiciones virtuales, como una oferta alternativa para nuestros públicos en el momento del confinamiento. Estas exposiciones fueron todo un reto: la selección se hacía mediante fotos y además eran mucho más breves que las presenciales, con solo 20 a 40 obras. Los discursos debían ser concisos y atractivos. Así, en tres años, se han concretado 14 exposiciones con ideas del equipo del Munae, la ayuda constante de Liliana Nava y colaboraciones con curadores de otros museos ‒como Héctor Palhares y David Caliz, del Museo Nacional de Arte, y Carlos Molina, del Museo de Arte Moderno‒ y curadoras externas ‒como Laura González Matute, Alesha Mercado y Erika Contreras‒. El aprendizaje fue enorme y en poco tiempo.

A esta experiencia, se sumó la curaduría de la exposición de Carmina Hernández, “El gesto y la huella”, que fue mi primer ejercicio curatorial con una artista viva. Debido a que mi formación es en Historia y no Historia del Arte, empecé este proyecto con un poco de inseguridad, pues “La célula gráfica” tenía un discurso basado en el contexto en el que fueron creadas las obras; sin embargo, con la obra de Carmina tuve que dejarme conquistar por sus composiciones etéreas y poéticas y, de su mano, hacer una selección y un discurso. Así llegué a “Cada quien con su Toledo”, que me exigió abordar las obras tanto en términos artísticos y técnicos, como dentro de su contexto.

Francisco Toledo es una figura muy importante en la escena del arte y la cultura mexicanos, me encantó el título de la exposición «Cada quien con su Toledo», ¿cómo llegaste a él?, ¿qué evoca?

¡Ay, esa es una gran historia! Poner títulos a exposiciones, proyectos, artículos, textos de todo tipo siempre ha sido mi talón de Aquiles. Desde que se gestó el proyecto de la exposición de Toledo, la idea del equipo del Munae era que tuviera un título atractivo. Así que me puse como reto pensar en él mucho antes de que fuera tiempo de definirlo. La primera propuesta fue “Francisco Toledo, de Juchitán para el mundo”, que surgió en una charla de cena de viernes. Después de más de un año de revisar la obra de Toledo y leer sobre su trayectoria y activismo, tenía la percepción de que el maestro tenía un excelente sentido del humor y se destacaba por su irreverencia. Pero el título no pasó la aprobación del equipo, así que tuve que pensar en otro.

De derecha a izquierda: Ana Carolina Abad, Lucina Jiménez, Alejandra Frausto y Sara López Ellitsgaard.

Fue después de entrevistarnos ‒gracias a la gestión de la subdirectora del Munae, María Eugenia Murrieta‒ con varias personas que conocieron a Toledo y del viaje que hicimos a Oaxaca para revisar la obra y definir la selección, que surgió el nombre. Cuando platicamos con los conocidos de Toledo, Maru arrancaba la conversación con “A ver, cuéntanos, ¿quién es tu Toledo?”. Durante el viaje a Oaxaca, comentamos nuestra misión con varias personas, desde un músico callejero hasta el dueño de un restaurante, y todas las personas nos contaban anécdotas de cómo lo conocieron o qué pensaban de él; si coincidían con sus iniciativas políticas… vaya, si les caía bien o no. Ya de regreso a la Ciudad de México, platicando con mis compañeros del Munae que conocieron al maestro en 2014 cuando realizó una donación, también nos compartieron la imagen específica de este artista.

De ahí surgió el nombre de la exposición, de hacer consciente que las personas nos perciben de formas diferentes y que presentar una imagen totémica de un artista no hace más que reducir las posibilidades de interpretación y apreciación de su obra, la anquilosa y, a la larga, la hace poco vigente. ¡Y no podíamos hacerle eso a Toledo, quien en su trayectoria artística se apropió del cambio como uno de sus motores de producción!
La verdad es que, después de tanto pensarlo, me encanta que el título haya gustado y llamado la atención.

En la misma línea, al ser Toledo alguien tan central, ¿encontraste algún ángulo poco explorado?, ¿pudiste reflejarlo en la exposición?

Encontrar una perspectiva nueva en la obra de un artista tan estudiado como Toledo no fue sencillo. Considero que la virtud de la exposición es la reunión de obra de todas las etapas de la trayectoria de este artista, algo que no había sucedido por varias razones. En primer lugar, porque hubo pocas exposiciones retrospectivas de Toledo, quien, al parecer, solía preferir presentar periódicamente la obra de creación reciente en varios lugares del país y del mundo. Segundo, porque su producción era tan abundante y en géneros tan variados ‒grabado, pintura, escultura, cerámica, textil, papel, joyería‒ que un proyecto comprensivo y exhaustivo no solo necesitaba mucho tiempo para realizarse, sino también muchas personas. Y, tercero, porque las exposiciones retrospectivas que existieron no pudieron abarcar la obra creada en sus últimos años de vida. Me parece que el que la exposición sea un proyecto del Munae, un museo dedicado al arte gráfico en específico ‒característica que, con frecuencia, se considera una limitante‒ me dio la excusa perfecta para concentrarme en un género artístico ‒quizá el favorito de Toledo‒ y evitar “distraerme” con obras realizadas con otras técnicas.

Con esas cartas sobre la mesa, decidí mostrar obras desde la década de 1960 hasta el año de su fallecimiento en 2018, con la intención de revelar permanencias y cambios. Es decir, los temas, estilos, técnicas y procesos de trabajo que se mantuvieron durante sus casi 60 años de trayectoria, pero también algunos que utilizó exhaustivamente en algún momento y, posteriormente, abandonó o sustituyó por otros. A mi parecer, logré este objetivo en la exposición.

Quizá la parte más complicada de realizar la selección de obra fue hacer un balance entre las obras “que debían estar” por su relevancia y fama y aquellas que “se han visto poco”. Uno de los comentarios a la exposición que más me ha emocionado vino de gente que había conocido y trabajado con Toledo y, al visitar la exposición, se sorprendía al encontrar obras que nunca habían visto.

«Curar» es un término desbordado en estos tiempos. ¿Cuál es tu particular visión de este ámbito?

¡Uf, qué complicado! A veces pienso que parte de la confusión con el término “curar” o “curador” es culpa de la traducción o de la variedad de figuras de profesionales de museos en diferentes latitudes y cuya función es “hacer exposiciones”. Considero que en el sentido más simple, “curar” es la acción de seleccionar ‒de ahí que ya existan curadores de todo, hasta de videos, tiktoks, música, comida… no es queja‒. Pero la simple selección de obra, no construye per se una exposición y, en ocasiones, a todos, incluyendo a los que hacemos curaduría, se nos olvida.

En el caso de las exposiciones de arte, la obra seleccionada debe estar ordenada en un discurso: ¿qué queremos (de)mostrar?, ¿qué queremos que el visitante “lea” a través de las obras? Recientemente, alguien me recordó ese objetivo de la curaduría y lo resumió con mucha precisión: “si la exposición fuera un ensayo, ¿cuál sería el hilo conductor?”.

La otra razón del “desborde” del término creo que es la amplitud de tipos de espacios de exhibición y de las mismas exposiciones. Dentro del ámbito artístico, están los curadores de arte contemporáneo, que suelen guiar a los artistas en su proceso creativo, pero también aquellos que, como yo, solemos trabajar con obra de artistas que ya no viven. Las tareas y procesos de ambos son muy distintas y, en ese sentido, imagino también las diferencias con curadores de exposiciones de ciencia, arqueología, historia, etc.

La curaduría, pues, es una visión casi personal sobre un artista, una generación, un periodo o un tema. Digo “casi personal” porque hay otros factores involucrados, dependiendo del espacio en el que se realizará la exposición; en mi caso, la pertenencia a una institución gubernamental, cuyas políticas y objetivos, a veces, influyen en el discurso curatorial (para bien y para mal). Y, si bien estamos acostumbrados a que la investigación, la curaduría y el trabajo creativo sea fundamentalmente individual, cada vez estoy más convencida que hay que promover las curadurías colaborativas que se generen a través de diálogos con otros curadores/investigadores, pero también con otros grupos: los artistas, los vecinos, los visitantes, para enriquecer las líneas discursivas y encontrar nuevas perspectivas.

Par de lecturas para cerrar y comenzar el año

Comienza un nuevo año y no puedo sentirme sino afortunada por todo lo ocurrido en 2022. Fue un año intenso, complicado, lleno de retos, pero también de satisfacciones. Hoy vuelvo a este espacio para compartirles dos revistas, recientemente publicadas, en las que tengo la enorme satisfacción de haber contribuido. La primera me llegó hacia el cierre del año y en ella publiqué la reseña de un libro que no se pueden perder. La otra se publicó iniciando este año. Entre otros artículos, está el mío que ofrece un modelo analítico para comprender la participación cultural desde múltiples dimensiones.

La Revista Museos es un órgano de difusión de la Subdirección Nacional de Museos del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural de Chile, con cuarenta números publicados y una intensa labor en la difusión del trabajo de este sector. En el número 40, pueden encontrar mi reseña a «El lenguaje museográfico. Un breve manual de introducción  al conocimiento y uso del fascinante lenguaje del siglo XXI», de Guillermo Fernández (2021).

El libro de Guillermo, querido amigo y colega del colectivo El Museo Transformador se puede leer en línea o adquirir en plataformas para recibir la versión impresa.


Icofom Studies Series

La revista ICOFOM STUDY SERIES, es un órgano de difusión del International Committee for Museology del Consejo Internacional de Museos dedicado a temas teóricos y conceptuales sobre museología. Titula el volumen recientemente publicado como «50 años de la Mesa Redonda de Santiago de Chile: lecturas en clave actual». Para esta revista aporté el artículo: Un modelo analítico holístico para un museo integral.

«La Mesa Redonda de Santiago (1972) fue un parteaguas en la reflexión sobre el papel social de los museos. A partir de entonces se abrieron nuevas posibilidades para la discusión de sus acciones y vinculación con la sociedad. Como resultado se planteó un nuevo tipo de institución: el museo integral o integrado, el cual no quedó solo como una propuesta, sino que su dinámica se experimentó en un proyecto concreto: La Casa del Museo (Ciudad de México, 1972-1980). A pesar de ser un caso fundante de nuevos enfoques museológicos, poco se conoce sobre sus acciones y resultados. En este artículo, se le describe y examina, desde un modelo analítico holístico, para comprender sus alcances en el tránsito desde ideas más enfocadas al consumo y al acceso a la cultura, hacia otras, fundadas en la plena participación social.» (Resumen) Texto completo aquí

Un plus: me encantó compartir espacio en esas publicaciones con mis amigas y colegas Anamaría Rojas de Chile y Alejandra Panozzo de Argentina, una en cada revista, respectivamente.

Aprovecho para agradecer su acompañamiento en este espacio, invitarles a suscribirse y a seguirme en otras redes sociales. Twitter e Instragram @LetyPerezCast y Facebook: página El Diván Museológico y grupo «Públicos y Museos». También pueden ver otras publicaciones mías en la sección Mis publicaciones

Un camino hacia la curaduría: ¡mi primera vez!

Puedo decir que por primera vez realicé una curaduría. Lo hice para la exposición titulada «Transformar los museos. A 50 años de la aventura de Santiago». En otras entradas les contaré de esta experiencia a detalle, también prometo una visita guiada videograbada. Sin embargo, en esta ocasión quiero contarles algunos antecedentes para explicar el porqué considero que es mi primera experiencia (¿será la única?) y también compartirles las palabras que leí en la inauguración.

En mi desarrollo profesional en el campo de los museos me inicié como asistente curatorial. Corría el año 2000 cuando mi interés en los museos se perfilaba cada vez más. Tenía pendiente la titulación de la licenciatura en arqueología, pero la suerte —además de las recomendaciones— me llamó para incorporarme al equipo de los antropólogos Enrique Serrano y José Antonio Pompa como asistente curatorial para reestructuramos dos salas del Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México.

Terminé ese trabajo, me titulé, e ingresé a la maestría en museología de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con la idea de «ser curadora». Nada podía corresponder más a mi perfil de arqueóloga, interesada en la divulgación de esa disciplina. Pero el destino (¿existe el destino?) me tenía preparado otro camino. «Ya sé que vas para curadora» me dijo mi querida maestra Ana Hortensia Castro, «pero, ¿te interesa trabajar en el desarrollo de un nuevo museo, en el área de estudios de públicos?», continuó. Sí, claro, acepté. Me incorporé al equipo para el desarrollo de lo que sería el Museo Interactivo de Economía.

¿Qué hice en ese proyecto? Principalmente estudios sobre públicos y evaluación de exposiciones. El MIDE me brindó un espacio de aprendizaje sin igual en este campo, al que me he dedicado de lleno por los últimos ocho años. Pero, también hice algunos pininos en curaduría o quizá, mejor dicho, en el desarrollo de contenidos para los aspectos históricos del museo que cuentan la historia del edificio. Así, me embarque en la investigación para documentar el video «Voces del edificio» y para recrear dos accesorias comerciales: el estudio fotográfico Vergara y una sastrería. También me pidieron desarrollar una pequeña exhibición sobre historia de la banca.

Los caminos de la vida (como diría una canción popular) me llevaron entonces a otros rumbos. Y aquí estoy para contarles un poco sobre esta exposición. La invitación me la extendió Alejandra Ruano, una querida colega de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH. Ella junto con Jesús Álvarez, tuvieron la idea de desarrollar un proyecto expositivo para conmemorar los 50 años de la Mesa Redonda sobre sobre la Importancia y el Desarrollo de los Museos en el Mundo, un evento icónico de la museología latinoamericana con implicaciones en otros contextos internacionales. A esta iniciativa nos sumamos Cecilia Llampallas Sosa y yo. Mi participación abonó a las ideas iniciales desde mi investigación doctoral sobre La Casa del Museo (Ciudad de México, 1972-1980), un proyecto experimental de acción cultural extramuros realizado por el Museo Nacional de Antropología, el cual llevó a la práctica los postulados del Museo Integral derivados de la Mesa Redonda.[1]

Y así comenzó esta aventura. No fue nada fácil, me significó un reto mayor pero también mucha satisfacción. Como me leerán por aquí tratando este tema más de una vez, por ahora lo dejo aquí las palabras que leí en ocasión de la inauguración.

*Transformar los museos. A 50 años de la aventura de Santiago se encuentra en exhibición del 23 de septiembre al 26 de noviembre de 2022 en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, Museo Nacional de Antropología, segundo piso.

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Ciudad de México, septiembre 26, Museo Nacional de Antropología.

Bienvenidas y bienvenidos. Agradezco su presencia a la inauguración de esta exposición conmemorativa de los 50 años de la Mesa Redonda sobre la Importancia y el Desarrollo de los Museos en el Mundo. Puedo decirles que no soy una especialista en la Mesa Redonda como tal; pero los caminos de mi investigación doctoral sobre La Casa del Museo me remitieron necesariamente a ese evento, tuve que leer mucho, y al hacerlo me familiaricé y me apasioné por esta reunión.

En estas palabras, no abordaré el contenido de la exposición ya que les invito a visitarla y no quiero arruinarles la experiencia, prefiero hablares desde los dos lugares que me tocó ocupar, primero en mi calidad de investigadora y luego en mi papel de curadora, que aún no acabo de procesar. Así quisiera contarles brevemente cómo llegué a La Casa del Museo, (y por lo tanto a la Mesa Redonda y a esta exposición). Es el “detrás de cámaras”.

A nivel personal, conocí sobre La Casa del Museo porque siempre se le mencionó, desde que estudié mi maestría se referían a ella y a Santiago. Pero estas menciones no superaban frases como “La Casa del Museo de Mario Vázquez”. En ese entonces esas remembranzas no me parecían relevantes, ni tampoco apuntaban a algún estudio a profundidad. Me parecían “una leyenda urbana” Pasaron los años, me involucré en la producción del número 60 de la revista Gaceta de Museos dedicada a Mario Vázquez. Lo que me llevó a un hallazgo. Rastreando fotos para esta tarea acudí al archivo histórico, para preguntar si existían materiales de la trayectoria de “el profesor”, Ana Luisa me indicó que me dirigiera a la Subdirección de Museografía: “muchas áreas cuentan con su propio archivo”. Así, en un armario de las oficinas de esa área encontré encapsulada una serie de documentos, fotos, libros y revistas que «el profesor dejó ahí cuando se fue». Abrí el armario y ahí estaba toda la documentación. En ese momento supe que el azar me puso frente a los materiales de La Casa del Museo, lo que se convirtió en el centro de mi investigación doctoral.

Pasaron los años, hice la investigación, me doctoré y aquí estamos ante un fruto de ese estudio: la exposición. Al respecto quiero decirles que soy museóloga egresada de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, y que he dedicado muchos años al estudio de los públicos de los museos, a comprender sus experiencias en las exposiciones, a indagar qué tanto de lo que los y las curadoras buscan comunicar, hace eco en los/las visitantes. Y ahora estoy aquí en ese lugar. Qué nervios.

Bueno, pues les cuento que, con toda mi intención, busqué un balance en los recursos: visuales, audiovisuales, sonoros, textos y colección original, que apliqué todo lo aprendido en mi querida ENCRyM, no solo como egresada sino como docente que soy desde 2014, para que esta exposición cuente una historia, para que los intrigue, los sorprenda y los provoque, que les genere preguntas y el interés de saber más, para que pasen un rato agradable.

En el pequeño espacio del que dispusimos (pero con la generosa hospitalidad de esta biblioteca y con la creatividad y experiencia de los museógrafos y las diseñadoras), ofrecemos espacios para la interactividad, para la participación. Incorporé otras estrategias que extienden la experiencia más allá de la visita, pues hay una lista de recursos “para saber más” y una lista musical Spotify que cubre la década de los setenta. Fue todo un reto, y aquí estamos. Ya me comentarán.

Ahora paso a los agradecimientos.

De especial ayuda para contar esta historia de una forma atractiva (eso deseo), fueron los comentarios siempre precisos y bien intencionados, de Ana Graciela Bedolla, de Manuel Gándara y de Paul Rodríguez, con quienes conversé y debatí la narrativa. Mis ideas se sumaron a un planteamiento inicialmente esbozado por Jesús Álvarez y Alejandra Ruano, quien fue también la que me invitó a sumarme a este proyecto, por supuesto con la aprobación y anuencia de Juan Manuel Garibay. De su parte, agradezco el reto que me planteó para pensar en una exposición para públicos diversos. También agradezco el útil y ameno acompañamiento de la propia Alejandra Ruano y Cecilia Llampallas, quienes además de asistirme curatorialmente y realizar diversas gestiones abogaron por los y las visitantes cuando de repente se me salían del radar.

Quiero agradecer por supuesto a todo el equipo de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones, particularmente a Juan Manuel Garibay y a Rafael Ornelas, por la museografía; Julieta Rodríguez y Dulce Ayala por el diseño gráfico, Carolina Carreño por el programa educativo. A Ana Luisa Madrigal del Archivo Histórico del Museo y a su equipo por todo el apoyo brindado durante el desarrollo de mi investigación y para la exposición. A Baltazar Brito Guadarrama director de esta biblioteca que amablemente nos recibe, igualmente a todo su equipo.

En cuanto a mi espacio de trabajo, en la ENCRyM, a su director Gerardo Ramos, a la coordinadora del Posgrado en Estudios y Prácticas Museales, Énoe Mancisidor Pérez, a mis colegas del posgrado y a los y las estudiantes que enriquecen todas nuestras labores, de los que aprendo día a día.

A quienes participaron del proyecto La Casa del Museo Mario Vázquez Rubalcava, Coral Ordoñez, Lilia González (aquí presente), Miriam Arroyo (también presente), Cristina Antúnez, Catalina Denman, Margarito Mancilla. A quienes aprecio y de quienes aprendí tanto, generosamente compartieron sus experiencias conmigo. A mis queridas amigas y colegas de Ibermuseos: Mónica Barcelós, Vanessa de Brito, Natalia Huerta. A mis familiares y amigos de quienes cuento con apoyo, particularmente a mis padres, a Paul Rodríguez y al colectivo cenas para la pandemia.


[1] Leticia Pérez Castellanos, «La Casa del Museo (Ciudad de México, 1972–1980). Una etnografía multilocal sobre la acción cultural extramuros» (Doctorado en Ciencias Antropológicas, Ciudad de México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, 2020), http://tesiuami.izt.uam.mx/uam/aspuam/presentatesis.php?recno=23528&docs=UAMII23528.pdf.

Estudios sobre públicos y museos Vol. IV: Diálogos sobre estudios de públicos y museos en Latinoamérica

El pasado miércoles 3 de agosto nos dimos cita en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, en la Ciudad de México, en el marco del 14 Foro Académico, para presentar este cuarto volumen de la serie digital Estudios sobre públicos y museos (Publicaciones digitales ENCRYM-INAH). Participaron Gabriela Gil y Silvia Alderoqui como comentaristas. Les dejo las palabras que leí, la liga para revisitar la presentación —hoy día las grabaciones de eventos en línea nos brindan esta maravillosa oportunidad—, y la liga para descargar el volumen aquí.


«Buenos días, soy Leticia Pérez, les saludo a título personal y a nombre de Alejandra Panozzo, quienes juntas coordinamos el volumen IV de la serie digital Estudios sobre públicos y museos. Estamos muy honradas de participar en este Foro y compartir con ustedes la publicación digital que hoy se presenta.

También doy la bienvenida a las comentaristas que nos acompañan en la Mesa: Gabriela Gil, Presidenta de la Mesa Directiva del ICOM, México, buenos días Gaby y a Silvia Alderoqui, Coordinadora de Programas para Públicos del Centro Cultural de la Ciencia- C3 en Argentina, gracias Silvia por acompañarnos a la distancia.

Antes de dar la palabra a las comentaristas, haré una breve contextualización de la serie, la cual nace en esta Escuela Nacional de Conservación y en nuestro Posgrado en Museología, hoy Posgrado en Estudios y Prácticas Museales, como una iniciativa por llenar un hueco en la difusión de teorías, metodologías y casos de estudio en el campo de los estudios sobre públicos en museos e instituciones afines, en idioma español, desde, en y para nuestros contextos: mexicano y ahora latinoamericano. También surge bajo la idea de contar con materiales de apoyo a la docencia y enseñanza-aprendizaje de este campo.

Antes de hoy, la serie contaba con tres volumenes, todos de acceso libre. El primero: Públicos y museos, qué hemos aprendido, se enfocó a relevar estados de la cuestión sobre aspectos centrales de la comunicación del museo con sus públicos, los artículos fueron escritos por alumnas de uno de nuestros cursos optativos. También tuvo la vocación de fomentar en ellas el oficio de la escritura. El segundo: Apuntes para pasar de la teoría a la práctica, compila artículos resultantes de un curso internacional impartido en nuestro programa, que dialoga con productos de los equipos participantes mostrando cómo desplegaron sus aprendizajes. El tercero, Referentes y experiencias de aplicación desde el campo, ofrece artículos teóricos, metodológicos y casos de estudio que muestran una diversidad de abordajes en este campo, que ha venido consolidándose en nuestro país.

El volumen que hoy presentamos, da un salto cualitativo y geográfico para abordar ya no solo los aportes en México sino en otros países de Latinoamérica. También brinda ejemplos desde diferentes escenarios de actuación, como son: los estudios de públicos desde las administraciones centrales, los abordajes sobre públicos no habituales, y los análisis en distintos museos y centros de interpretación. Se compone de diez capítulos —más nuestra introducción— y muestra ejercicios realizados en Argentina, Chile, Brasil, Cuba y México. No pretendo ahondar en cada uno de ellos, para eso tenemos a nuestras comentaristas, otras presentaciones por venir y, por supuesto, a las y los lectores de los que esperamos recibir retroalimentación.

Para finalizar, no es menos importante agradecer a todes quienes hicieron posible este cuarto volumen. Alejandra, que viaje tan lindo y productivo “Sos grande”, como dicen en tu tierra. María Paz, Candela, Rafaela, Susana, Ana, María, Gabriela, Gabriela, Eréndira, Yenny y Beatriz, gracias por sus aportes y también por su paciencia para transitar el largo laberinto que suponen las publicaciones académicas institucionales. Es un camino largo, pero no sin mérito para estas entidades y las personas que hacen posible estos frutos. La ENCRyM y el INAH cobijaron desde el inicio a esta publicación. El volumen actual no hubiera visto la luz sin el trabajo comprometido de la Dirección de la Escuela a cargo de Gerardo Ramos, la Subdirección de Investigación, actualmente a cargo de Yolanda Madrid, del Comité de Publicaciones, de Citlali Espíndola, encargada editorial de Publicaciones Encrym. También agradezco a Erika Castillo y Silvia Arce en el Diseño y formación editorial y en la corrección de estilo, respectivamente; a Marbella Figueroa por el bello collage digital de la portada, a mis colegas del posgrado, a nuestra coordinadora Énoe Mancisidor por su apoyo constante. Finalmente a los y las estudiantes del Posgrado, en el intercambio constante se cocinan muchas cosas.

Para ver la presentación, accede aquí (a partir de 1 hora 5 minutos en la grabación).