Cómo escribir un libro. A cuatro manos, a kilómetros de distancia

Hoy por la tarde presentaremos el libro Cosmopolitan Ambassadors: International exhibitions, cultural diplomacy and the polycentral museum (Vernon Press, 2019). Este libro es el resultado de la investigación conjunta realizada entre el Posgrado de Museología de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía – INAH y el Programa de Museos y Patrimonio de la Universidad de Victoria en Wellington, Nueva Zelanda.2018-10-10 09.04.36

Durante cuatro años, junto con mi colega Lee Davidson, trabajé a la distancia en este proyecto de investigación binacional, para analizar el intercambio expositivo entre México y Nueva Zelanda a través de dos casos de estudio: las exposiciones temporales E tu Ake. Orgullo Maorí y Aztecas. Conquista y Gloria.

El estudio, de corte cualitativo se basó en el análisis de ciento treinta y dos entrevistas realizadas con visitantes a las exposiciones y personal involucrado en su desarrollo en las distintas sedes y con las instancias organizadoras. Hemos hablado de sus resultados en diversos foros académicos, pero hoy presentamos lo que consideramos nuestro mayor reto, y también, nuestra mayor satisfacción: un libro.

¿Cómo surgió la idea?, ¿cómo lo hicimos? A medida que avanzamos en la investigación nos percatamos de que tenemos aportaciones originales al campo de los estudios de museos, al análisis de las exposiciones internacionales y a su relación con la diplomacia cultural; identificamos un fenómeno muy particular: el de las exposiciones que viajan y se transforman a medida que lo hacen, a la vez que van adquiriendo/produciendo nuevas capas de significados entre todos los interlocutores involucrados. También ponderamos que la difusión de nuestros resultados quedaría corta si sólo los publicábamos en artículos aislados. Así que…

En junio de 2016 presentamos en Montreal, Canadá, el panel Reflexionando sobre la zona de contacto móvil: diplomacia cultural, exposiciones itinerantes y experiencias interculturales con el patrimonio, en la conferencia bi anual de la Association of Critical Heritage Studies. Quedamos muy satisfechas porque por fin vimos integrados todos los resultados, además de tener un diálogo con colegas que participaron con Lee Davidson en un proyecto anterior similiar. Así, en nuestras conversaciones post conferencia surgió la idea: podemos escribir un libro al respecto. El reto era encontrar una casa editora interesada, teníamos algunas ideas y planes. Entonces…

Sorpresivamente, la casa Vernon Press nos contactó a nosotras. Supieron de la investigación en el congreso en Montreal y nos solicitaron una propuesta. Entregamos un resumen, un índice tentativo y los respectivos currículums. Poco tiempo después tuvimos la respuesta: ¡Les interesó y podíamos escribir el borrador! El tiempo: un año. ¿La forma de hacerlo? No la conocíamos.

Nuestro libro trata, entre otros asuntos clave, del reto que significa para los profesionales de museos trabajar conjuntamente cuando provienen de distintos contextos políticos, culturales e institucionales, durante periodos prolongados de tiempo y a la distancia. Pero…, ¡esperen un momento! Justo esto habíamos hecho Lee y yo con nuestra propia investigación.

Lee es profesora titular en el programa de Museos y Patrimonio en la Universidad de Victoria en Wellington, Nueva Zelanda. Ahí imparte clases sobre estudios de públicos, pero sus intereses además han cubierto temas sobre el turismo, el uso del tiempo libre y los museos. En sus tiempos libres le gusta caminar (¡Mucho!), toma mucho café, habla francés, no habla español y ha visitado México en varias ocasiones.

Por mi parte, soy profesora en la Maestría en Museología de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la Ciudad de México. También doy clases sobre estudios de públicos, mis intereses además cubren el análisis de la política cultural, la historia de las exposiciones internacionales y los museos de forma amplia. En mis tiempos libres me gusta andar en bici, leer y escribir en redes sociales acerca de mis temas. Me defiendo en el inglés, estoy aprendiendo portugués y tuve la oportunidad de visitar Nueva Zelanda en dos ocasiones.

Cosmopolitan para ENCRyM

¿Cómo trabajamos juntas para escribir el libro?

La lengua común fue el inglés, esto supuso un esfuerzo extra para ambas. En mi caso debía expresarme por escrito adecuadamente, no sólo en cuanto a la ortografía y el uso de las palabas sino también en el estilo. Para Lee el esfuerzo consistió en leer mis entregas, corregirlas y unificarlas con las suyas. Recibí mucha ayuda de Paul, mi compañero de vida, de Ana Carolina Abad, amiga del alma, porras de otras tantas amistades y familiares, de Google translate y de Grammarly (sí lo recomiendo).

En un inicio pensamos que la estrategia adecuada era escribir cada quien un capítulo, y luego leernos mutuamente y enriquecerlo. Resultó que este método nos dejaba con «fotos» incompletas,  aunque cada una dominaba de algún modo los datos y la hallazgos de ciertas partes, la otra tenía información complementaria. Tuvimos que dar un voto de confianza a las nuevas teconologías, nos embarcamos en un trabajo simultáneo sobre los capítulos en una carpeta compartida de Dropbox.

A partir de entonces no es fácil decir quién escribió qué. Si bien, cada una tomó secciones específicas a su cargo, éstas se enriquecieron con los comentarios y adiciones de la otra. Durante el año que duró este proceso tuvimos reuniones virtuales en Skype aproximadamente cada quince días, hablábamos de los avances, de los faltantes y asignábamos tareas. Vertíamos en Evernote las notas que tomábamos de la reunión alternadamente.

Las notificaciones de actualización que despliega Dropbox: «Lee ha actualizado tal archivo» o a la inversa, nos tenían al tanto mutuamente de que allá, al otro lado del mundo, con diecinueve horas de diferencia alguien estaba avanzando. Personalmente fue de mucha ayuda adherirme a la cuenta @ShutUp&WriteTuesdays en Twitter que anima a personas de distintos países a dedicar al menos una hora completa de escritura semanal, sin distracciones, sin redes sociales, etc., en un trabajo colectivo. Es bueno no sentirse sola.

Nuestra carpeta compartida contenía subcarpetas tituladas: ideas, planes, notas, imágenes y másters (archivos finales). Dentro de cada una, un archivo word para cada capítulo. Con el paso del tiempo estas carpetas fueron reuniendo el contenido necesario, y al paso del tiempo, tuvimos un borrador completo. Claro, hubo que hacer adecuaciones, reacomodar ideas, regresar a los datos, leer mucho.

Lee visitó México nuevamente en julio de 2017, ya contábamos con avances sustantivos de la mayoría de los capítulos. Después de una sesión intensiva en «la torre del castillo», como suele decirle Lee al alojamiento para profesores invitados en la ENCRyM , tuvimos un índice de contenidos refinado, una revisión exhaustiva de las ideas principales de cada capítulo y las conclusiones listas para la recta final.

Blackboard image

 

Fue en esa sesión intensiva cuando nos vino a la mente la idea de usar la imagen del caleidoscopio como una métafora para abordar el carácter siempre cambiante de las exposiciones internacionales. No de cualquier caleidoscópico, sino de uno policéntrico, el cual tiene tres o cuatro reflectores (espejos), así como un conjunto de objetos móviles. ¿Quién no ha mirado a través de uno? Con cada movimiento la imágen se modifica, y se nos ofrecen, dadas las condiciones adecuadas, bellas imágenes organizadas en múltiples centros.

Es muy interesante encontrar que, el mismo tipo de competencias y cualidades que los profesionales de museos a quienes entrevistamos destacaron como importantes, son las que nosotras tuvimos que desarrollar y aplicar. Se trata de habilidades para el diálogo intercultural, para contar con actitudes cosmopolitas en un mundo como el nuestro, en el que la interacción de distintas personas en espacios y tiempos diferentes confluyen en proyectos co creados.

Nostras requerimos, y aplicamos la paciencia, mente y actitud abiertas, disposición a incorporar las perspectivas de la otra, ser respetuosas y receptivas. No niego que hubo momentos de tensión, pero se resolvieron gratamente. También tuvimos que ser constantes y metódicas. Lograr finalizar el libro fue un compromiso personal y muto, así como uno de los mayores retos que he enfrentado. Y aquí estamos, a punto de presentarlo.

Gracias Lee, por el compañerismo, tu apoyo, el intercambio de ideas, nuestra amistad, el proyecto que tenemos juntas y nuestras colaboraciones por venir. Lo volvería a hacer.


Pueden adquirir el libro en Amazon o directamente en la página de Vernon Press aquí. Si lo leen, nos interesa mucho conocer sus opiniones.

 

 

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Los Aztecas en Oceanía. Exposiciones internacionales y diálogo interculural

El pasado miércoles 28 de junio presenté los resultados -yo diría avances- de investigación de este proyecto: una investigación sobre encuentros y trabajo intercultural, que es a la vez un ejemplo de un encuentro y una colaboración intercultural.

Me explico. Se trata de un proyecto realizado en colaboración por Lee Davidson, profesora del Programa de Estudios sobre Museos y Patrimonio de la Universidad Victoria en Wellington, Nueva Zelanda, y por mí, profesora del Posgrado en Museología de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH.

 

Es uno de los pocos estudios que abordan los efectos de una exposición internacional itinerante, tanto desde su producción -por medio de la práctica museológica- como desde su recepción -a través de las experiencias de los visitantes-. Se lleva a cabo un análisis de largo plazo para ayudar a entender cómo es que las exposiciones internacionales contribuyen o no al entendimiento entre culturas, y cómo colaboran los equipos de profesionales que participan en éstos complejos proyectos para llevarlos a cabo.

Quiero agradecer a todos los que vinieron por acudir en un miércoles lluvioso -incluso tormentoso- en la Ciudad de México, tomarse el tiempo para asistir y por enriquecer mi visión con sus comentarios. Para los que no estuvieron, les ofrezco una reseña ultra breve en diez puntos.

  1. El título de la conferencia desde ya hace dos concesiones interculturales: Lo correcto es mexica en lugar de azteca, pero es el nombre más conocido de esta cultura a nivel mundial. Lo correcto es Australasia en lugar de Oceanía, pero pocos sabemos que Nueva Zelanda y Australia conforman ésta área geográfica específica.
  2. Se analiza la exposición Aztecs. Conquest and glory en su itinerancia en Te Papa Tongarewa Museum Nueva Zelanda (Septiembre 2013 – Febrero 2014), Melbourne Museum, Australia (Abril – Agosto 2014) y Australian Museum, Sydney, Australia (Septiembre 2014 – Febrero 2015) realizada en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
  3. Presenté: a) el proyecto de investigación, conformado por el problema que aborda, el caso de estudio, las preguntas de investigación y el contexto. ¡Sí lo sé! No suena tan apasionante, pero estuvo entretenido, b) Cómo se llevó a cabo, es decir la metodología de la investigación y c) Los resultados, es decir lo que encontramos.
  4. Se ha pensado que las exposiciones internacionales pueden ser lugares que favorecen el diálogo intercultural y el entendimiento entre países. Así lo piensan los países que los organizan tanto como los gobiernos que las apoyan como parte de la diplomacia cultura. Pero, no se ha investigado y no se conocen los efectos de estos proyectos de gran escala y altos presupuestos.
  5. Aunque las exposiciones internacionales tienen como uno de sus propósitos combatir los estereotipos, esto no siempre se logra, al contrario los pueden llegar a reforzar. Los enfoques que presentan a las culturas antiguas -en este caso los mexicas- en toda su complejidad, contextualizando sus prácticas pueden ser más efectivos que mostrar a los objetos aislados destacando sólo su belleza.
  6. Nuestra estrategia de investigación es cualitativa de largo plazo e incluye un enfoque reflexivo considerando los contextos de los que provenimos Lee y yo, los que por supuesto influyen en la forma en la que nos relacionamos y llevamos a cabo la investigación. Afortunadamente ambas hemos visitado el país de la otra. Adicionalmente contamos con la colaboración de estudiantes: Alice Meads, Universidad Victoria,Tesis: Aztecs at Our Place: Meaning-making in an international touring exhibition; Rosa Elba Camacho, ENCRyM, tesis en desarrollo: El encuentro entre sujetos y objetos como detonador de contacto intercultural en la Exposición Internacional Aztecs, en dos ciudades de Oceanía, Greta Morales y Edith Quiñones, Servicio social, Traducciones, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.
  7. Vemos a las exposiciones desde una perspectiva de contacto en el contexto de la movilidad y la circulación. Las exposiciones itinerantes como todo viajero tienen un hogar y un destino, tienen su propia biografía, en sus trayectos las muestras cambian y responden a los diferentes contextos a los que llegan.
  8. Realizamos 118 entrevistas a profundidad, con profesionales que conformaron los equipos de trabajo de las distintas instituciones que colaboraron en Australasia y México, y con visitantes de las tres sedes de la exposición, estas últimas se llevaron a cabo después de su visita -alrededor de 22 días en promedio- y con una entrevista de seguimiento entre 6 y 10 meses después. Les dije !tenemos una perspectiva de largo plazo!
  9. Algunos resultados -ultra súper resumidos-. Esta exposición permitió acercamientos: en varios casos hubo un cambio de percepción sobre lo que los visitantes perciben de los Mexicas, y de la cultura mexicana hoy día; promueven relaciones locales con comunidades específicas y se crean conexiones entre los trabajadores de museos que colaboraron. Pero también se crean conflictos: cómo enfrentar lo desconocido, cómo comprender otros esquemas de pensamiento, por ejemplo el sacrificio humano; o cómo es que en las colaboraciones entre profesionales de distintas culturas hay conflictos y malos entendidos.
  10. A manera de conclusión personal:
    • Aprendí y sigo aprendiendo muchísimo.
    • Agradezco la coincidencia ¿estudios de público y exposiciones internacionales? ¡Sí! Se cruzan y son las dos áreas en las que he estado trabajando los últimos 12 o 13 años (Wow, ya me arrepentí de develar este dato)
    • Detectamos una necesidad de capacitación muy importante en el desarrollo de habilidades del diálogo intercultural. Por dos razones primordiales. Primera, porque hoy en día hay una intensificación de las labores internacionales de los museos, principalmente expresadas en la organización de grandes proyectos expositivos que viajan por el mundo, pero también, por ejemplo, en la atención que se puede dar en los grandes museos a públicos de otras culturas -turistas-. Segunda, porque las diferencias culturales no sólo son geográficas. El diálogo y el entendimiento son necesarios en todos los ámbitos: profesionales de museos / públicos, restauradores / museógrafos, personas de distintas edades, etc.
    • Es necesario establecer caminos que mejoren la colaboración.
    • Si la diplomacia cultural busca crear relaciones de largo plazo, se deben analizar a mayor profundidad los mensajes y la imagen que queremos comunicar: los sentidos que produce una exposición en sus visitantes son demasiado importantes para dejarlos al azar. ¿Reforzar el estereotipo y crear «ruido» en el entendimiento del otro en lugar de disminuirlo y abrir canales para el acercamiento y el entendimiento mutuo? ¡No por favor!

Si quieren saber más les recomiendo visitar el blog del proyecto (Aquí) o leer el artículo publicado en la revista Intervención (Por acá).