Desde que se declaró el cierre de los museos en México, hacia marzo de 2020, como parte de las medidas de control y prevención de la enfermedad Covid-19, no los había visitado. Algunos abrieron una vez que el semáforo pasó de rojo a anaranjado y debieron cerrar cuando volvimos a rojo. Este año varios están retomando actividades.
¿Extrañé ir a los museos? Por supuesto. Sin embargo, como a muchas personas, los espacios cerrados aún me dan una sensación de inseguridad. Es cierto que ahora sabemos más sobre el virus, que las instituciones se han dado a la tarea de implementar las medidas necesarias y que muchos museos cuentan con espacios amplios con adecuada ventilación. Además, dependiendo el día y horario puede que no estén saturados e incluso el número de visitantes sea mucho menor que el del aforo permitido.
En fin, mi primera visita de vuelta a un museo fue al renovado Museo de Antropología e Historia del Estado de México (MAH), ubicado en el Centro Cultural Mexiquense de la ciudad de Toluca, Estado de México. Este museo data de 1987, se ubica en un conjunto arquitectónico diseñado por Pedro Ramírez Vázquez. Hace parte de los 32 espacios museales que gestiona la Secretaría de Cultura y Turismo de ese estado. Recientemente fue reestructurado para actualizar sus contenidos y diseño. Mi colega y amigo, el arqueólogo Eduardo Escalante fue el encargado de la reestructuración como reciente y actual director del espacio.
A reserva de volver y visitar el museo con más calma (otros asuntos me llevaron a la ciudad de Toluca y por lo tanto al museo), debo referir varios aspectos atinados en la nueva propuesta. Por una parte, el museo es más luminoso de lo que yo recordaba, la reestructuración aportó más color y luz a los espacios. En los textos de las salas se aprecian varias de las buenas prácticas recomendadas para redactarlos: breves, expresen una idea central, hacen un llamado a la conservación del patrimonio, y buscan hacernos partícipes de una identidad común: la de los mexiquenses (lo seamos o no). Los gráficos que ilustran algunos temas tienen un enfoque de género y de diversidad. Es muy atinada la referencia geográfica al estado y sus áreas naturales protegidas, sus museos y también la distribución de lenguas indígenas. Los objetos exhibidos no desmerecen, nos llevan en un viaje desde los primeros asentamientos y la megafauna hasta la actual diversidad de los pueblos indígenas de ese territorio.
Ya que tuve la fortuna de visitar el espacio en la compañía de su director, aproveché para hacerle algunas preguntas. ¿Por qué visitar este museo? Cuéntanos cinco motivos principales:
- Porque tiene uno de los acervos más extensos de la región, abarcando aproximadamente 22,000 años de historia mexiquense.
- Porque el guion museográfico se ha actualizado y es una gran oportunidad para revisitar un museo de tradición educativa en el Valle de Toluca y la región en general.
- Porque es un espacio seguro, y se ubica en un lugar privilegiado dentro de la zona urbana de Toluca (¡espacio público!).
- Porque es la primera vez que el mamut de Ecatepec se exhibe en un museo que no forma parte de la red de museos del INAH, y es la primera vez que se exhibe en el EdoMéx fuera de la Casa Morelos, por lo que es una oportunidad única para los toluqueños para conocer un esqueleto real de un mamut.
- Porque el MAHedoméx, además de su acervo, también es una experiencia arquitectónica. El inmueble y el Centro Cultural Mexiquense son íconos de la arquitectura mexiquense.
¿Qué fue lo más complejo en la reestructuración?
Lo más complejo de la reestructuración, fuera del contexto pandémico, fue reorganizar el extenso acervo, sin menospreciar aspectos ya desarrollados en las reestructuraciones previas. Así mismo, la idea de modificar un museo con tanta tradición educativa en el Valle de Toluca añadió mayor respeto y cuidado al proyecto, pues mucha gente tiene algún tipo de relación con la historia del museo desde su apertura en 1987. La idea central de la reestructuración fue dar mayor protagonismo al acervo y proporcionar al visitante una nueva experiencia.
¿Cuáles son las obras favoritas del director?, ¿por qué?
Mi top 5 de obras favoritas son:
- El mural «Identidad Mexiquense», por Reyes Rayón. Porque representa el esfuerzo conjugado de la nueva rehabilitación del museo: una línea del tiempo que abarca los 22,000 años de historia que se reflejan en el acervo en las demás salas. Es un mural «viviente», porque se añaden objetos a la obra artística.
- La figurilla olmeca de Toluca, una escultura de cerámica representativa de la ocupación olmeca en el centro del país, ya que pocas veces asociamos a los olmecas con el Estado de México.
- La cerámica matlatzinca de Calixtlahuaca y Teotenango. Este tipo de cerámica es la más característica de la época prehispánica en el Estado de México, y después del Museo Nacional de Antropología, la colección matlatzinca del MAH es la más extensa en el país. Sin duda un referente académico para el estudio del Valle de Toluca.
- «La Noche Triste» de Luis Coto (1881). Porque el paisaje histórico representando escenas representativas de la historia, permite al visitante contextualizar los objetos a través de una obra de arte. Los museos históricos (o arqueológicos en específico) se complementan muy bien con obras de arte.
- El «túmulo funerario de Toluca», por lo que representa como obra de arte novohispana. Es un elemento poco conocido en la historia mexicana, y al existir solo dos en el país, le proporciona un grado de excepcionalidad especial.
Gracias por la hospitalidad y volveremos pronto a visitar este museo y los otros del conjunto cultural.